El Ayuntamiento de San Bartolomé licita la ejecución del segundo proyecto de recuperación y mejora del triángulo comercial de San Fernando por 1,6 millones de euros

Un total de 22 empresas se han presentado finalmente al concurso abierto por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para la ejecución de las obras de la segunda fase de la Zona Comercial Abierta (ZCA) de San Fernando de Maspalomas.

Las obras salieron a licitación por un total de 1.645.944,51 euros, y tienen objetivo mejorar la calidad urbanística de una zona comercial con más de 30 años de antigüedad que necesita renovarse y actualizarse para ser competitiva.

Entre las entidades licitantes presentadas a este concurso destacan varias uniones temporales de empresas, constructoras de pequeño y mediano calado y también importantes divisiones de grandes grupos empresariales como Comsa, Satocan S.A, Lopesan Asfaltos y Construcciones, Hermanos Santana Cazorla S.L., Construcciones Rodríguez Luján S.L. o Dragados S.A., y otras.

Las obras que se prevén desarrollar en esta segunda fase consistirán básicamente en la peatonalización del tramo de 300 m2 y una superficie de 4.510 m2 que queda pendiente en la Avenida de Gáldar, entre las calles Francisco Hernández González y Alcalde Marcial Franco, y la rehabilitación de dos zonas ajardinadas en las que se instalarán un parque infantil para niños de 1 a 5 años y una plaza urbana abierta a la zona comercial desde la carretera general GC-500.

Además se contempla la rehabilitación de las fachadas de los bloques de viviendas con comercio en su planta de calle, cuyos zócalos de acceso también se homogeneizarán mediante un aplacado de piedra natural, y con la unificación de los toldos y la cartelería de los comercios para dar una imagen de unidad.

El proyecto de obras incluye también mejoras en la iluminación y la vegetación ambiental de la zona; la instalación de nuevo mobiliario urbano de continuidad; el aprovechamiento de las obras para renovar las canalizaciones subterráneas de las redes del abasto público y del suministro eléctrico y, finalmente, la creación de las redes de riego y de recogida de aguas pluviales que ahora no existen.